ROMANOS 15, 4-9
RomanosHermanos. Todas las antiguas Escrituras se escribieron para enseñanza nuestra, de modo que entre nuestra paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda paciencia y consuelo, os conceda estar de acuerdo entre vosotros, como es propio de cristianos, para que, unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo.
En una palabra, acogeos mutuamente como Cristo os acogió para gloria de Dios. Quiero decir con esto que Cristo se hizo servidor de los judíos para probar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas, y, por otra parte, acoge a los gentiles para que alaben a Dios por su misericordia.
Así dice la escritura: Te alabaré en medio de los gentiles y cantaré tu nombre.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí