GÉNESIS 2, 18-24
GénesisEl Señor Dios se dijo:
- No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le acompañe.
Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre para ver qué nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no se encontró ninguno como él, que le sirviese de ayuda.
Entonces, el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo a la mujer, y se la presentó al hombre. Y el hombre dijo:
- ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Su nombre será "mujer" porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
Para releer el comentario de José E. Galarreta, pinche aquí