ISAÍAS 1, 11.15-18
Nuevo Testamento11 ¿Para qué a mí, dice el Señor, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gruesos: no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos: asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré: llenas están de sangre vuestras manos.
16 Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras ante mis ojos; dejad de hacer lo malo. 17 Aprended a hacer bien: buscad juicio, restituid al agraviado, escuchad en derecho al huérfano, amparad a la viuda.
18 Venid luego, dice el Señor: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.