ROMANOS 12, 1-2
RomanosOs exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.
Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.
Se subrayan las mismas ideas, de forma simple, bajo la imagen del "cuerpo", que en Pablo significa siempre la vida misma (cuando no es el "cuerpo de muerte", es decir, la oposición al "espíritu" ). La renovación de la mente, la conocida "metanoia", casi sinónimo de conversión, hace que no nos acomodemos al "mundo presente".
Así pues, el texto refuerza también la oposición entre "salvar y perder la vida".
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