CARTA A 7 COOPERANTES
Faustino VilabrilleQueridos amigos y amigas:
Sois un grupo de siete jóvenes universitarios que vais a ir a pasar el tiempo de vacaciones con gentes de diferentes países del Tercer Mundo, fruto de la excelente colaboración entre Caritas Asturias, la Universidad de Oviedo y la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, una actividad que ya lleva varios años en marcha, y a pesar de las restricciones económicas sigue realizándose un año más.
El encuentro que hemos mantenido previo a vuestra inminente marcha ha sido una vivencia muy gratificante, pues sois un grupo de excelentes personas. A veces asociamos injustamente botellón con juventud, pues hay jóvenes con grandes valores como vosotros, dispuestos a afrontar todo lo que haga falta para compartir durante un tiempo vuestra vida con los más pobres de los más empobrecidos. Que nadie piense que vais de turismo ni de vacaciones, porque ya sabéis muy bien que la experiencia va a ser dura, pero también muy enriquecedora y gratificante.
Tres habéis estudiado enfermería. La salud, después del hambre, es uno de los problemas más graves que sufre el Tercer Mundo, con países donde hay un solo médico para 5.000, 10.000 ó incluso 20.000 personas, y el hospital más cercano dista decenas de kilómetros por caminos que son solo senderos o pistas de tierra, como en el Camerún, donde va a ir una de vosotras, a donde muchas veces llegan los enfermos transportados sobre una tabla o una silla atada a la espalda de un porteador.
En Honduras vais a encontraros con niños y sobre todo niñas de la calle, de 12-14 años, embarazadas a veces de sus hermanos mayores, de sus padres e incluso de sus abuelos, echadas de casa para que se busquen la vida, olvidadas por completo de las instituciones oficiales.
Si tenéis oportunidad de visitar Comunidades más alejadas, aprovechadla; os van a agradecer mucho que les deis alguna charla o información sobre salud e higiene, sobre todo las mujeres, que son las mayores víctimas de la miseria del Tercer Mundo. Si toman confianza con vosotros, os pedirán "consulta" sobre mil cosas.
Sin duda vais a tener la oportunidad de visitar hospitales: vais a encontraros con sorpresas inimaginables. Tomad buena nota y preguntaros cuáles son las cusas de tales situaciones y qué hay detrás de los enfermos y de las enfermedades que allí vais a ver. Cuando aquí vamos al médico no necesitamos llevar nada: mirad allí qué es lo que tienen que llevar para que el médico les atienda.
Otros tres habéis estudiado pedagogía. Buscad la oportunidad de conocer las escuelas de las Comunidades y no solo los colegios de las capitales. Fijaros si hay más niños que niñas y por qué. Cuántos hay por clase, desde dónde vienen, si han desayunado o no.
Hablad con los maestros, que a lo mejor solo ellos tienen libro de texto. Preguntadles a los niños/as dónde hacen los deberes: tal vez os digan que en su casa no hay mesa y cómo se las arreglan para escribir.
No los culpéis absolutamente de nada, porque solo son víctimas de un mundo injusto. Si os invitan a entrar en sus casas, discretamente fijaros bien en todo lo que hay dentro y de lo mucho que falta para vivir con un mínimo de dignidad: también os llevaréis grandes sorpresas. Preguntaros qué hay detrás de todo ello.
Sin embargo, desde su penuria siempre tendrán algo que ofreceros, os trataran con suma amabilidad, os darán las gracias y os invitarán a volver. Tal vez también os pidan que no los olvidéis. Seguro que los vais a recordar siempre y así se lo podéis decir. Que capten vuestra cercanía hacia ellos.
Uno de vosotros estudió derecho y va precisamente a Colombia donde la violación de los derechos humanos y la violencia organizada y propiciada desde fuera del país son una enorme tragedia hasta el punto que los líderes que defienden los derechos de los pueblos originarios, son perseguidos, desaparecidos o tienen que huir al extranjero, y al volver localizados y asesinados. Es importante descubrir qué causas concretas dan origen a estos crueles hechos.
Todo esto no es un relato literario, sino fruto de experiencias personales o de personas que vivieron y están viviendo ahora mismo estas situaciones, como me contaba aún la semana pasada una misionera de Ruanda.
Como estas, mil cosas más tendréis oportunidad de observar. Tomad nota de todo a diario. Preguntaros siempre el por qué de estas situaciones, las causas y los causantes próximos y remotos, las consecuencias y los sufrimientos que producen a millones de personas. Preguntaros qué respuesta necesitan esas personas: si basta solo con darles un pez, o enseñarles a pescar, o si tienen o no tienen río para pescar, y por qué no lo tienen y en manos de quien está. Preguntarnos si por el bien y el futuro de la humanidad debemos denunciar todo esto con sus causas y causantes.
Pensad en las diferencias que hay entre las necesidades de allí y de aquí, y si las causas y los causantes de los oprimidos están dentro o fuera de ellos, si entre los más pobres no hay también ricos muy ricos, y si hay una relación causa-efecto entre el Primer Mundo y el Tercer Mundo. Cuando vengáis de regreso, preguntaros cuál debe ser vuestra actitud, ante vosotros mismos y ante la sociedad. Pensad si al volver para Asturias, sin cambiar vuestro nombre y apellido, sois los mismos que antes de ir.
Con todo lo que hayáis visto, observado y anotado, posiblemente podréis redactar un informe a enviar a los gobiernos respectivos de los países donde vais a estar para decirles: "Miren ustedes lo que tienen ahí, vayan a ver la indigencia de esas personas, qué hacen o dejan de hacer ustedes por esas gentes, que son ciudadanos de su país; tienen una dignidad, unos derechos. ¿Los reconocen sus leyes? ¿Los impulsan ustedes como gobernantes? ¿Los defienden ante quienes les oprimen?"
Con este informe y las vivencias personales que vais a traer podréis sensibilizar a muchas personas de vuestro entorno sobre lo que está pasando en el mundo y la urgente necesidad de darle un rumbo nuevo para el bien del Hombre y la Madre Tierra que lo sustenta. También lo podéis pasar a diferentes organizaciones que están comprometidas con la causa de los empobrecidos, así como a los gobiernos y organismos internacionales que tienen el deber y la misión de defender y luchar por los derechos humanos de todos los pueblos, especialmente por los más oprimidos, marginados y olvidados.
Con esto estaréis haciendo incidencia sociopolítica, intentando influir, para que la injusta estructura política y económica que actualmente impera en este mundo cambie en profundidad y se ponga al servicio de todos los seres humanos para una vida más digna para todos, pues hay medios de sobra para hacerlo.
Esta importante experiencia que vais a vivir seguro que va a generar en vosotros vivencias muy profundas y os ayudará a crecer interiormente, a madurar como personas, a tener más sentido de la vida, tal vez a olvidar pequeñeces y a cultivar cada vez más los grandes valores que deben dar contenido y riqueza humana a nuestras propias vidas, y que comunicaréis, al volver, con gran convencimiento a los demás.
Es una felicidad comprobar vuestra generosidad y compromiso.
Un abrazo muy cordial.
Faustino Vilabrille