SER DISCÍPULO
Florentino UlibarriQuiero ser dueño de mi camino y vida,
no renunciar a la libertad alcanzada,
gozar de tantas cosas buenas,
entregarme a los míos,
y tener esa serena paz del deber bien cumplido.
Pero también puedo ser... discípulo.
Puedo cargar con mi cruz, quizá con la tuya;
también complicarme la vida
y complicársela a otros con osadía,
hablar de la buena noticia
y soñar nuevas utopías.
Pero también puedo ser... discípulo.
Anhelo hacer proyectos,
proyectos vivos y sólidos
para un futuro solidario;
deseo ser eficaz, acertar,
dar en el clavo y ayudar.
Pero también puedo ser... discípulo.
Soy capaz de pararme y deliberar,
escuchar, contrastar y discernir;
a veces, me refugio en lo sensato,
otras, lanzo las campanas al vuelo
y parece que rompo moldes y modelo.
Pero también puedo ser...discípulo.
No siempre acabo lo que emprendo;
otras arriesgo y no acierto,
o me detengo haciendo juegos de equilibrio;
me gusta apuntarme a todo
y dejar las puertas abiertas, por si acaso.
Me asusta tu oferta, consejos y preguntas....
Pero también puedo ser...discípulo.
Podría seguir así,
tirando más o menos como hasta ahora:
manteniendo el equilibrio prudentemente,
justificando mis opciones dignas,
diciendo sí cuando todo es a medias,
dejándome llevar por la corriente,
buscando seguridad en meras insinuaciones...
Pero también puedo ser...discípulo.
Florentino Ulibarri