24º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Vicky IrigarayHermanos y hermanas, el Amor que nos habita es sin condiciones e ilimitado, por eso Jesús nos recuerda que no hemos de llevar cuentas, que nuestro perdón a quien sentimos nos ha ofendido ha de ser también ilimitado. Oremos.
Queremos ser cauce de perdón y paz
• Que la Iglesia nos desvele permanentemente el verdadero rostro de Dios que sólo sabe perdonar y amar y nos recuerde vivir la necesidad del perdón diario como clave para cualquier convivencia saludable.
Queremos ser cauce de perdón y paz
• Nosotros y nosotras que seguro hemos experimentado muchas veces el perdón de otros, no podemos andar calculando las fronteras del perdón y la acogida del hermano.
Queremos ser cauce de perdón y paz
• Los creyentes perdonando favorecemos en los hermanos la experiencia del gozo de sentirse perdonados; una experiencia que es fuente de mucho bien y de crecimiento personal y comunitario.
Queremos ser cauce de perdón y paz
• Que seamos conscientes que el perdón es un gesto que cambia cualitativamente las relaciones entre las personas y nos obliga a plantearnos la convivencia de forma nueva.
Queremos ser cauce de perdón y paz
• Queremos asumir el perdón como dinámica relacional y social porque sabemos que sólo cambiando nuestro modo de relacionarnos podremos cambiar nuestro mundo y hacer posible el Reino.
Queremos ser cauce de perdón y paz
Padre Madre buena, queremos ser capaces de perdonar siempre y sin condiciones; queremos ser fermento de un mundo nuevo basado en el amor. El perdón y la paz.
Vicky Irigaray