COHERENCIA
Florentino UlibarriMirar como Tú miras,
con ojos claros y limpios,
comprendiendo siempre al hermano,
coherencia.
Saberse discípulo,
no tenerse por maestro
y gozar del aprendizaje diario,
coherencia.
Conocer a los árboles por su fruto,
no esperar higos de las zarzas,
ni uvas de los espinos,
coherencia.
Almacenar bondad en el corazón,
cultivar una solidaridad real
y sentir que nos desborda el bien,
coherencia.
Reconocer que no todo es tierra firme,
construir sobre roca nuestra casa,
no tener miedo a huracanes y riadas,
coherencia.
Admitir la pequeñez y los fallos propios,
quitar pronto la viga de nuestro ojo,
no humillar al hermano por no ser como nosotros,
coherencia.
Abrir nuestros ojos al mundo,
alegrarse por sus pasos y proyectos,
no caer en trampas y hoyos como ciegos,
coherencia.
Poner por obra tus palabras,
hablar con el lenguaje de los hechos,
olvidarse de máscaras y apariencias,
coherencia.
Coherencia, Señor,
de un aprendiz de discípulo
que, a veces, se atreve
a tenerte por maestro.
Florentino Ulibarri