No decir bien sí o no,

no conseguir lo que espero;

será que otros a mi hambre

le llamen lo que no quiero,

será ser de otro color,

será no estar en lo cierto,

será no sentir pasión

en las fiestas de los pueblos.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?

 

Será no sentir calor,

no tener amigos cerca,

que te exploten sin problemas,

que la frialdad te endurezca;

tal vez, a tu alrededor,

un cerco de indiferencia

y fronteras de rechazo,

de incomprensión, de impaciencia.

 

No mirarte al corazón,

que no valoren tus hechos,

que el dolor te obligue a huir

y a morir en el Estrecho,

que sufras y te culpemos,

de miserias en extremo,

guerras, hambre, dictadores

y no nos solidaricemos.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?

 

Sí, mi hermano, tú, extranjero,

tú que nunca lo sentiste,

tú que te crees muy dueño

y a compartir te resistes

como si el canto y los aires

de la tierra fueran nuestros,

como si el río y los valles

no tuvieran ya su Dueño.

 

Extranjero, ¿qué será eso de extranjero?