FRACCIÓN DEL PAN
En su cena de despedida,
nos pidió que nos reuniéramos en torno a una mesa,
y nos invitó a compartir
un trozo de pan y una copa de vino,
en memoria de su vida solidaria.
Tomando entonces un pan y mientras lo partía y repartía,
les fue diciendo:
Tomad y comed todos de él, porque esto soy yo.
Esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.
Siguiendo su ejemplo
tomamos este pan, lo partimos
y nos lo ofrecemos unos a otros,
como signo de nuestro compromiso social
y voluntad de servicio.
Queremos ser como lo fue Jesús,
pan partido y repartido
en la esperanza de contribuir a nueva humanidad.
Luego tomó una copa de vino
y mientras se la pasaba les decía:
Tomad y bebed todos de ella, porque esta es mi vida,
este es el cáliz de mi sangre,
que será derramada por vosotros y por todos.
Haced esto en mi memoria.
Movidos por el mismo Espíritu de Jesús,
brindamos y compartimos esta copa de vino.
Este vino nos recuerda la vida de Jesús,
alegre, compasiva y fraterna.
Gracias, Padre, por la vida que nos has dado.
Como Jesús queremos ponerla al servicio de los demás.
COMUNIÓN
Creemos que Jesús está con nosotros,
que lo hacemos presente
reuniéndonos en su nombre
y siguiendo su ejemplo.
Comunión
Venid y comamos, hermanas y hermanos.
Venid y bebamos con humildad y gratitud,
con toda confianza.
Este es el pan del camino,
este es el vino de la vida.
Jesús nos invita.
Dios está aquí, en nosotros
y en estos alimentos que vamos a tomar.
Somos vida y somos pan
para ser por todos compartidos.