EXISTE ESE OTRO MUNDO
No
lo vemos. No se puede tocar. No se puede aprehender. Y
sin embargo está aquí. Lo baña e impregna todo y todo lo
trasciende. Sin él, el mundo físico, mental y aún
espiritual en el que uno se mueve no tendría la menor
consistencia.
El mundo del que hablo es
pura sabiduría; es armonía, vida y orden perfecto. Es el
mundo que vale, el mundo “verdadero” y verídico. Está
íntegramente habitado por la Presencia de lo divino; es
el que da sentido, vida y luz a nuestro mundo material,
y de él nos viene la esperanza y el anhelo de
inmortalidad.
Es el mundo que se deja
entrever en nuestros sueños más hermosos, en nuestras
utopías, en las sorprendentes intuiciones de los niños,
de los poetas, de los genios, de los artistas, de los
sabios, de los profetas, de los místicos y de los
santos.
Es el
mundo que irrumpe únicamente en las profundidades de lo
que llamamos el “verdadero yo”. Es el mundo sobre el
cual Fra Angélico, Bach, Mozart, Matisse, Gauguin y
tantos otros parecen haber tenido una ventana.
Es el
mundo al cual visiblemente pertenecía Jesús, lo llamaba
“el Reino” y por él dio la vida.
Es un
mundo de pura libertad y gratuidad que irrumpe gracias a
la presencia activa de Jesús resucitado en medio de
hombres y mujeres que han apostado a seguirlo y cuyo
movimiento busca prolongar en la historia y difundir por
el mundo su pensamiento, su visión, su espíritu, sus
sentimientos, su compromiso y su manera de vivir.
Si ese mundo no
existiera, el mundo en que uno se mueve no sería más que
los restos de un barco navegando en el vacío. O de un
gran globo incapaz de inflarse y de alzar el vuelo.
Ese mundo existe. Es como
las “aguas amnióticas”, luminosas e hirvientes de vida,
en las que se remoja mi mundo de tierra y de carne.
Es a ese mundo al que las
aguas del bautismo, el pan y el vino eucarísticos y el
amor entre los humanos abren las puertas.
Ese mundo
no está lejos. Está muy cerca. Está dentro de todos. Es
como el aire que soporta en su vuelo las alas del
pájaro.
Jesús lo llamaba “el
Reino”. Y decía: “Ha llegado y está entre vosotros”.
Eloy Roy
http://todoelmundovaalcielo.blogspot.com/